Ellas son mujeres. Son madres. Son reos que cumplen largas condenas en una cárcel en Chile, sus hijos crecen lejos de ellas, pero permanecen en sus corazones. En prisión encuentran el cariño de otras reclusas que comparten su misma experiencia. El apoyo mutuo entre estas mujeres se convierte en una forma de resistencia y emancipación.