En la soleada ciudad de Iquique, a las faldas del Cerro Dragón, hace 22 años un grupo de adultos mayores y futbolistas amateurs subían cada semana a desafiar la muerte jugando en la liga “Camino al Cielo”. La muerte es lo único que tenemos asegurado al nacer, y para ellos morir en la cancha era tanto una posibilidad como una bendición.
Camino al cielo
